Nuestra Querida Chincha

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martes, 11 de junio de 2013

CREENCIAS CHINCHANAS

Beatita Melchorita
“No se desanimen por favor, pronto me sacaré la suerte de la lotería y con ese dinero levantaremos nuestra Iglesia y haremos muchas obras de adelanto para nuestro pueblo”.
Melchorita decía esto, porque el pueblo de San Pedro, no tenía un templo cuando nació y cuando llegó a su adolescencia, recién se pudo construir una rústica capilla de adobes, sin empastar ni pintar, entonces corrían los 20 años del presente siglo.
Nació en el distrito de Grocio Prado en Chincha, el 06 de Enero en 1895, sus padres fuero Francisco Saravia y Agripina Tasayco, de precaria situación económica.
Para sostener el hogar, sus progenitores se dedicaron a confeccionar sombreros de paja, oficio muy común entre los pobladores del lugar.
Melchorita Saravia, desde niña, fue amable y piadosa con todos, en especial con los desheredados, a quienes, además de inculcar la fe cristiana, les ayudaba desinteresadamente.
A pesar de haber asistido solo al primer año a la escuelita fiscal de su pueblo, era gran conocedora de la doctrina cristiana.
Su vida es símbolo de sacrificio y caridad, por su entrega a la causa de Dios y por sus acciones de bien social. Cuando recorría el campo, siempre animaba a los agricultores para que sembraran sus tierras. Diciendo: “Dios los bendecirá tengan fe en Él”
Al culminar sus cosechas los agricultores le llevaban parte de ellas, agradeciendo a Melchorita y a nuestro Señor por haber obtenido óptimos resultados.
En 1934 participó activamente en la edificación del Templo de su pueblo con el aporte decidido de sus seguidores.
Antes de morir pidió que la Casa de Oración levantada con carrizo y esteras fuera culminada. La promesa de los pobladores no se hizo esperar, ahora existe una hermosa iglesia de material noble que enorgullece a los feligreses.
En el templo San José de Chincha, preparaba a grupos de niños para su primera comunión, manifestando: “De este grupo de párvulos saldrán sacerdotes y monjas franciscanas que dará prestigio al pueblo”
Lo que predijo se hizo realidad. De esas agrupaciones de candorosos chiquillos surgieron religiosos como los hermanos Orellana que se encuentran en el Vaticano.
Al enterarse el pueblo de fu delicado estado de salud, acudió masivamente al hospital San José, ofreciendo dinero para solventar los gastos de su curación: Melchorita no aceptó aduciendo:  “Que esas monedas sean para los pobres. Dios me llama, ya no necesito”. A las siete de la noche, del día 04 de Diciembre de 1951, Melchorita, la sierva del Señor, cerró sus entristecidos ojos para siempre, en una humilde cama del hospital chinchano.
La casa donde nació se encuentra en la calle San Juan, a escasos metros del templo que ella comenzó a construir con el aporte de los fieles ene l laborioso distrito de Grocio Prado.
A toda hora del día su morada es visitada por hombres y mujeres de toda edad, no sólo del lugar sino también de todos los rincones del país y al extranjero, seguros de conseguir una gracia.
El 06 de Enero es la fiesta del aniversario grandiosa fiesta religiosa del lugar sino también del lugar, recordando la fecha de su nacimiento.
Es un acontecimiento de gran fervor religioso que dura por espacio de quince días consecutivos. El año de 1979 se inició el proceso de “Beatificación en Roma, encomendando al padre Francisco Quintana


El Señor de los Milagros

Su procesión es una tradición netamente peruana, considerada como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo. Fue pintada por un esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón según Raúl Porras Barrenechea. Se le conoce como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente de color. 





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