Beatita
Melchorita
“No se desanimen por favor, pronto me
sacaré la suerte de la lotería y con ese dinero levantaremos nuestra Iglesia y
haremos muchas obras de adelanto para nuestro pueblo”.
Melchorita decía esto, porque el pueblo
de San Pedro, no tenía un templo cuando nació y cuando llegó a su adolescencia,
recién se pudo construir una rústica capilla de adobes, sin empastar ni pintar,
entonces corrían los 20 años del presente siglo.
Nació en el distrito de Grocio Prado en
Chincha, el 06 de Enero en 1895, sus padres fuero Francisco Saravia y Agripina
Tasayco, de precaria situación económica.
Para sostener el hogar, sus progenitores
se dedicaron a confeccionar sombreros de paja, oficio muy común entre los
pobladores del lugar.
Melchorita Saravia, desde niña, fue
amable y piadosa con todos, en especial con los desheredados, a quienes, además
de inculcar la fe cristiana, les ayudaba desinteresadamente.
A pesar de haber asistido solo al primer
año a la escuelita fiscal de su pueblo, era gran conocedora de la doctrina
cristiana.
Su vida es símbolo de sacrificio y
caridad, por su entrega a la causa de Dios y por sus acciones de bien social.
Cuando recorría el campo, siempre animaba a los agricultores para que sembraran
sus tierras. Diciendo: “Dios los bendecirá tengan fe en Él”
Al
culminar sus cosechas los agricultores le llevaban parte de ellas, agradeciendo
a Melchorita y a nuestro Señor por haber obtenido óptimos resultados.
En 1934 participó activamente en la edificación
del Templo de su pueblo con el aporte decidido de sus seguidores.
Antes de morir pidió que la Casa de
Oración levantada con carrizo y esteras fuera culminada. La promesa de los
pobladores no se hizo esperar, ahora existe una hermosa iglesia de material
noble que enorgullece a los feligreses.
En el templo San José de Chincha,
preparaba a grupos de niños para su primera comunión, manifestando: “De este
grupo de párvulos saldrán sacerdotes y monjas franciscanas que dará prestigio
al pueblo”
Lo que predijo se hizo realidad. De esas
agrupaciones de candorosos chiquillos surgieron religiosos como los hermanos
Orellana que se encuentran en el Vaticano.
Al enterarse el pueblo de fu delicado
estado de salud, acudió masivamente al hospital San José, ofreciendo dinero
para solventar los gastos de su curación: Melchorita no aceptó aduciendo:
“Que esas monedas sean para los pobres. Dios me llama, ya no necesito”. A las
siete de la noche, del día 04 de Diciembre de 1951, Melchorita, la sierva del
Señor, cerró sus entristecidos ojos para siempre, en una humilde cama del
hospital chinchano.
La casa donde nació se encuentra en la
calle San Juan, a escasos metros del templo que ella comenzó a construir con el
aporte de los fieles ene l laborioso distrito de Grocio Prado.
A toda hora del día su morada es
visitada por hombres y mujeres de toda edad, no sólo del lugar sino también de
todos los rincones del país y al extranjero, seguros de conseguir una gracia.
El 06 de Enero es la fiesta del
aniversario grandiosa fiesta religiosa del lugar sino también del lugar,
recordando la fecha de su nacimiento.
Es un acontecimiento de gran fervor
religioso que dura por espacio de quince días consecutivos. El año de 1979 se
inició el proceso de “Beatificación en Roma, encomendando al padre Francisco
Quintana
El Señor
de los Milagros
Su procesión es una tradición
netamente peruana, considerada como la manifestación religiosa católica
periódica más numerosa del mundo. Fue pintada por un esclavo de casta angoleña
llamado Pedro Dalcón según Raúl Porras Barrenechea. Se le conoce como Cristo
Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente
de color.
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